Dicen que "el hubiera es el consuelo de los tontos". A mí no me parece consolador.
El "hubiera" se me aparece más bien como recriminación. Pero no lo dejo instalarse: lo que no tuvo lugar, no lo tuvo porque no me fue posible hacérselo. Se llama incompletud, falibilidad, y nos hace humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario