lunes, 23 de enero de 2017

Creyente no es igual que ignorante oprimida

Tengo contactos, conocidos y amigos de todo tipo, además de las personas y entidades a las que de algún modo "sigo". Calculo que la gran mayoría de ellos no son cristianos y sé que muchos no creen en Dios. No tengo problema con eso. Tampoco tengo problema con lo siguiente que voy a comentar, pero me dan ganas de aclarar cuál es mi caso.

Leo de vez en cuando a gente pobreteando a los creyentes: por ignorantes/ciegos y/o por oprimidos/sometidos; más cuando se trata de mujeres. Como si todos los que elegimos creer hubiéramos sido secuestrados. Claro que eso de "elegir" en "libertad" es filosóficamente cuestionable, pero así es con todas las elecciones.

Por comentar sobre mi vida, comparto:

- A mí, ni Dios ni una Iglesia me fiscalizan los actos: ni lo que como, ni lo que visto, ni lo que hablo, ni cómo se vive en mi casa y por supuesto, tampoco mi vida sexual.
- A mí, ni Dios ni una Iglesia me tienen con miedo ni me hacen hacer a cambio de favores.
- A mí no me pesan mandamientos ni me atormentan culpas porque ni Dios ni una Iglesia me ponen trabas para existir. Al contrario.

Silvia Parque

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