lunes, 30 de enero de 2017

Confiar en mí, al extremo

Si volviera a empezar con B, llevaría eso de confiar en mí al extremo. Aunque he seguido mi criterio y he ocupado por entero el puesto de mamá, si mi niña volviera a nacer no dejaría que en ningún momento, por ningún motivo, se hiciera con ella lo que otra persona opina que conviene, si no es lo que yo estoy segura de que quiero (hablo en singular, pero obviamente, su papá no está en el grupo de "otras personas".)  En nuestro caso fueron contadas ocasiones, y en pequeñas cosas que tal vez sean "de poca monta"... excepto cuando llegó al mundo... Yo estaba muy drogada y evidentemente no me puse bien de acuerdo con su papá; lo que más me molesta es que luego de un increíble agarre a la teta, en esos dos días haya tenido que pasar por un montón de biberones, leche devuelta y lavados de estómago.

Así se piensan esas cosas, pero si una volviera a estar con la vulnerabilidad del puerperio y estrenando responsabilidad, seguramente la experiencia se repetiría, aunque una voz del futuro susurrara: "haz que se haga lo que tú quieres".


Silvia Parque

2 comentarios:

  1. El instinto maternal lleva acompañada la intuición maternal. Saber lo que es bueno para tu hija sin que alguien supuestamente entendido te lo haya dicho.
    Besos.

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    1. Yo escucho y reflexiono antes de tomar decisiones; pero sin apabullar a mi intuición y sin quitar del mando a mi criterio :)
      ¡Besos, Macondo!

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