Me cuesta trabajo dejar la plastilina. Me encanta bolearla, amasarla, aplastarla. Parece que voy a tener que hacerlo a escondidas porque no puedo darle a B si no la estoy mirando: se la lleva a la boca. (Y si la ve, la quiere; si quiere algo, lo demanda.- si no lo tiene, puede iniciar una campaña).
Una vez preparé masa de maíz para jugar con ella, pero apenas le llamó la atención. Ya será luego...
Silvia Parque
"A mi madre le cuesta dejar la plastilina. Soy hija de una plastilinadependiente", escribió B en su diario.
ResponderEliminarBesos y fuerza. Tú puedes hacerlo.
XD XD XD XD
Eliminar¡Besos, Macondo!