Fue un cumpleaños diferente, sobre todo porque pasé el día trabajando, contenta de estar trabajando. En cada actividad laboral, en cuanto dejó de tratarse de jugar, dejó de gustarme "trabajar"; pero viví una revolución los últimos días y ahora es diferente. Eso es materia para otra entrada...
No hubo pastel de cumpleaños. Me compré helado de galleta. El mejor del mundo, que es, increíblemente, el de la marca propia de Aurrerá. Cené quesadillas fritas de enfrente de mi casa: dos, para no quedarme con ganas de más luego de compartir un poco con B.
Estábamos justo terminando la cena, cuando llamó mi hermana para que me felicitara mi sobrina. Amé hablar con ellas por videollamada y que las niñas se vieran.
Todo tranquilo. El papá de B la llevó a pasear para darme un rato de calma. Me di gusto comprando un organizador. Vi una película en la noche. Todo bien. Y me gusta eso: tranquilo, con gustos, bien.
Espero que así siga.
Silvia Parque
Muchas felicidades y que tengas muchos más días así: tranquilos y con pequeños placeres.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Matt. Aprecio mucho la tranquilidad porque conozco la agitación. Antier -el día de mi cumple-, en realidad estaba muy estresada por la mañana, pero me despejé, hice "punto y aparte" a mediodía, y consegui sacudirme el estrés, de modo que pude pasarla bien por la tarde. Eso es novedad para mí: sacudir el estrés rápido y pasar a modo "tranquilo".
EliminarMuchas felicidades. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias, Susana! Un abrazo.
EliminarMuchas felicidades Silvia y no te hagas la mayor, que eres una chavalica.
ResponderEliminarBesos.
¡Muchas gracias, Macondo! ;D
Eliminar¡Besos!
Felicidades!! Me alegro de que fuera un buen día. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Gracias, Telma! :) ¡Un abrazo!
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