domingo, 29 de noviembre de 2015

Esta madre le tocó a mi hija

Olvidé dar de cenar a B.

Así de simple: lo olvidé.

La clase de cosas por las que a una mamá que se intoxica deberían quitarle a sus hijos hasta que se recupere, rehabilite o lo que sea.

Yo no me intoxico, pero olvidé darle de cenar.

Cómo pudo pasar, no tiene importancia en esta entrada. A lo que voy es a que:

La gente suele decir que las mujeres a las que se nos nota el amor por la cría, y de un modo u otro elegimos ejercer como mamás, somos buenas madres. Alguien como yo, dirá: "bueno, con no ser muy mala me conformo" y parece que es modestia, aprehensión o culpa por culpa de la cultura que suele exigir superpoderes a las mamás. Pero... si hay quienes son mejores que otros para bailar, para organizar fiestas o dibujar planos, también habrá quienes sean mejores que otras en el maternaje.

A ver... hoy he descubierto un rasguño en la pierna de B, que no tengo idea de cómo pudo llegar ahí. Pero esas cosas pasan. A las mamás más cuidadosas se les cae un bebé de la cama alguna vez. Tal vez no a "las más cuidadosas" -espero que no a mí-, pero sí a "las cuidadosas" a secas. No se puede evitar: se falla de un lado o del otro. ¿Pero olvidar dar de cenar?

Si alguien está muy preocupado al llegar a este párrafo, puede tranquilizarse. La leche sigue siendo el principal alimento de mi niña, y de eso tuvo todo lo que pidió, incluyendo una buena dosis de leche materna, que es la gran cosa. Pero de cualquier manera, queda muy mal olvidar su comida. Es la primera vez que me pasa, pero otras veces he tenido otros olvidos de cosas que había que hacer. ¡Y eso es trabajando desde casa, para dedicarme a ella!

Así que: si hay quienes son mejores que otras para lo del maternaje, habrá quienes sean peores, y creo que yo caigo en ese lado de la curva. Me apena, pero no me siento muy mal porque no se puede ser buena en todo, y yo soy buena para otras cosas; por supuesto, cosas que me importan mucho menos que cuidar a B, pero así estuvo la repartición de talentos. Los padres damos a los hijos de lo que tenemos y de lo que somos, y yo aspiro a que B pueda mamar lo bueno que hay en mí. Entretanto, recuerdo a Matt diciendo que luego de la crianza viene la educación, y que de eso hay mucho más; creo que hasta dijo que era más importante. Me siento con muchos recursos para cuando llegue esa etapa. También le pongo "on" a los comentarios de Macondo, y dejo que su mirada se me instale en el corazón para darme la suficiencia de decir con autoridad, que con todo y todo, soy la mejor madre que podría tener mi hija, porque soy su mamá.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Estoy con Macondo. No te apures que son fallos humanos, no se nos puede pedir perfección en nada me temo.
    Y sí, me reafirmo en que es más difícil educar que criar.
    Un beso

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    1. Ay, Matt, es que está la perfección, la normalidad y lo subnormal... pero qué se le va a hacer :S
      Si pinta más difícil lo de la educación, pero se me hace que mis habilidades cascan más con eso que con lo de ahora mismo... habrá que ver.
      Un beso, Matt.

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  2. El motivo por el que eres una buena madre para tu hija no es porque seas su mamá, sino porque se ve que eres una gran madre. No me parece tan grave como lo pintas que se te olvidara una comida, porque no tiene importancia alguna para la salud de tu hija. Si fueras una computadora no se te habría olvidado, pero eso sí que sería un defecto para poder ser una buena madre.
    Besos.

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    1. Ay, Macondo, es que mi niña está en la raya del peso aceptable; yo sé que no le va a pasar nada por esto de hoy, ¡pero con lo que valoramos cada uno de sus gramos! Y es que es básico: alimentar, cambiar pañal, bañar; ya que unas pongan moñitos o enseñen a hacer monerías, es extra: ¡pero alimentar, cambiar pañal, bañar! Ahora que, de que no soy una computadora, no cabe la menor duda, ese defecto no lo tengo :D
      Pero me quedo con tu mirada, que me conviene... y lo que conviene a una mamá suele convenir a la hija.
      ¡Besos!

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  3. si la niña no se quejó es que no tenía hambre. Tranquila. Un beso.

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    1. No se quejó, pero es que cuando vi señas de hambre, le di teta y biberón, y con eso se satisfizo.
      Un beso, Susana.

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  4. Mmm yo sigo olvidando cosas cruciales. La merienda se me olvida constantemente; me la recuerda mi hijo... O no. También soy capaz de llevarle al colegio sin su mochila. Soy despistada. Como madre también. Pero le quiero, me preocupo por él y lo hago lo mejor que puedo, intentando casi siempre anteponer sus necesidades a las mías. Así que, aunque lucho por ser lo menos despistada posible, cuando fallo, me lo perdono. Y eso deberías hacer tú :)

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    1. Me conforta que también tú olvides cosas importantes :) Esas dos oraciones juntas: "Soy despistada. Como madre también", me dicen mucho; porque una es la persona que es, y sobre eso se hacen "mejoras", por así decir, pero una es la persona que es, y desde ese punto de vista, perdonar algunos fallos es perdonar el ser quien se es: el permiso para existir -y ser quien soy- es algo que requerí trabajar mucho conmigo, hace unos añitos... Así que me perdono, por esto y lo que siga de una vez :)
      Gracias, Telma.

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