viernes, 1 de mayo de 2015

Del cansancio y el estado alterado de conciencia por embobamiento

Entre las "etiquetas" para las entradas del blog, están:
"cansancio" y "exhausta".

Recuerdo que cuando trabajé en administración escolar con tiempo completo por la mañana, y también daba clases por la tarde, sentí que llegué al límite en la capacidad de armonizar esfuerzo y bienestar; podía estar realmente cansada, sobre todo por la sensación de no tener tiempo libre suficiente. El tiempo libre revitaliza.

Recuerdo también que trabajando en la universidad, si hacíamos jornadas extraordinarias por algún evento, me agotaba. Es que a mí no se me da lo de estar de pie, caminar, tratar con gente... lo mío es de escritorio...

Y está el tiempo en que revisaba una pila de trabajos de investigación, toda la tarde y buena parte de la noche, por varios días consecutivos... y el tiempo de apurarme a terminar la tesis porque estaba en el límite de "ahora o nunca"...

Bueno: pues no tenía idea de lo que estaba hablando, con eso de "cansancio"...

¡Vaya que no quiero menospreciar el cansancio del resto del mundo! Hablo solo por mi experiencia: 
Nada es más cansado que cuidar a un recién nacido. 

Puede que tampoco haya nada más bonito... al menos nada tan cansado y tan bonito... Pero el caso es que es de lo más cansado y noto una trampa que lo hace posible: alteración de la conciencia. Creo que vivo bajo el efecto del embobamiento por bebé. Puede dolerme la cabeza de cansancio y si me preguntaran si estoy cansada, diría que "un poquito", porque durante la mayor parte del tiempo, no lo siento: está ahí, mi cuerpo lo vive, pero una parte de mi conciencia opera por encima de él, relegándolo...

Silvia Parque

12 comentarios:

  1. Supongo que la responsabilidad también influye en el cansancio. Te comportas como si fueras una madre.

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    1. No sabes cómo me vienen bien tus palabras, Macondo. Gracias :)

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  2. Silvia,

    La verdad es que me sorprende que hasta te quede lucidez para escribir (a mí no se me dio por meses, jaja). Creo que vas muy bien! :)

    Abrazos xx

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    1. Gracias, Taty :) Tendré que inventarme lucidez porque la semana que viene empiezo a trabajar al mil por ciento ;) y oye, en verdad me anima que digas que crees que voy muy bien.
      ¡Abrazos!

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  3. Yo creo que son las hormonas post parto las que te hacen aguantar. Intenta dormir cuando ella duerma y no te compliques la vida más de lo estrictamente necesario. Yo me cansé infinitamente más con el primero que con el tercero.
    Un beso y ánimo

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    1. ¡Algo que agradecer a las hormonas, finalmente! Bueno... sé que las hormonas trabajan para que yo tenga leche, y tantas cosas buenas... pero últimamente me resalta cómo me tienen "sensible" ¬¬
      Creo que necesito des-complicarme. No me complico nada en lo práctico; es con los afectos con lo que me complico, y creo que eso es mucho más cansado que si pretendiera ser la mejor cambiadora de pañales...
      Un beso, Matt.

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  4. Yo, que me considero "flojita" como tú, recuerdo perfectamente la sensación ahora que te leo.
    Hasta he recordado que incluso antes de estar embarazada, cuando me planteaba la posibilidad, pensaba...¿cómo voy a tener yo un bebé, si estoy agotada con el trabajo, la casa, lo cotidiano? ¿de dónde voy a sacar fuerzas para añadir algo más? Imposible! ¿Que haré cuando me den esos dolores de cabeza que me dan y me dejan tirada en el sofá? ¿Y cuando me den los dolores de la regla que hacen que me retuerza y no pueda con nada más?
    Luego llegó el bebé, y los dolores siguieron, y el cansancio se triplicó, y me reía, y me avergonzaba pensando ¿antes de ésto consideraba que yo estaba cansada? No tenía ni idea de lo que es estar agotada, pero podía, claro que podía, con quejas y gruñidos pero pude.
    Entonces me daba por pensar...¿Cómo lo hacen las madres que tienen dos y tres hijos, y trabajan, y los llevan a tropecientas actividades extraescolares, y aún sacan tiempo para apuntarse ellas a un cursillo de inglés y...? Me seguí considerando flojita en comparación y creo que no hubiera podido con todo eso (seguramente si se hubiera dado el caso hubiera podido, pero sin la experiencia siento que no)
    Total, que sí, que entiendo de que hablas, y es una sensación extraña mirar atrás y pensar en como pudiste considerar que antes de eso habías llegado al límite del cansancio.
    No sé si es alteración de la conciencia, porque parece que ese estado conlleve que su duración en el tiempo es limitada y corta. Y no, 15 años después sigue la alteración, así que yo le llamo amor incondicional, el que no sentirás nunca por nadie más.

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    1. ¡Quince años después...! ¿Cómo podrá ser esto, quince, treinta años, todos los años de mi vida? Sé que no estará este cansancio, pero imagino variantes de esa sensación que tengo al comer rápido porque a ella ya le dio hambre, y necesita que me ocupe.
      Pensé, al escribir la entrada, en qué tan cierto era que es el mayor cansancio que he tenido. Porque de alguna manera consigo estar muy despierta en ciertos momentos -en otros no- y quiero cambiar el siguiente pañal y amo darle de comer, y estoy disfrutando todo eso... traté de recordar cómo eran de verdad esos otros cansancios, y sí, éste es mayor.
      Yo también "me mido", y sé que no podría, por ejemplo, ocuparme de tener una casa impecable o de estudiar algo más, mientras B sea todavía un bebé... me gusta que menciones tus quejas y gruñidos... porque entiendo que eran quejas y gruñidos tuyos... La seta parece haber sobrevivido muy bien a eso...

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  5. el cansancio por bebé es el mejor que existe. Un beso.

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  6. Me gusta cómo describes el embobamiento por bebé. Yo no recuerdo especialmente el tema del cansancio. Y es raro, porque yo siempre tengo algún dolor o problema físico del que quejarme, así que imagínate entonces... Pero creo que mi embobamiento superaba todo. Yo trabajaba de noche y dormía, literalmente, cada dos noches, pero estaba tan enamorada de mi bebé... Ahora sí me resulta duro, ahora el agotamiento es mental. Le sigo adorando y se me cae la baba a verle hacerse un hombre, pero me parece cada vez más dificil esto de hacerlo bien! Echo de menos cuando sólo llorabaaa jajaja

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    1. Qué pesado, Telma, estar trabajando de noche con un bebito. De verdad que las mujeres que trabajan fuera de casa con un bebé, me inspiran el mayor de los reconocimientos a su fortaleza y tesón.
      Dicen por ahí que cuando los hijos crecen, crecen los problemas; pero yo acá a la distancia pienso, que qué genial que puedan hablar, que te puedan decir qué quieren, si algo les duele, qué ha pasado... y bueno, también va siendo menos "toda" la responsabilidad absolutamente de una, el niño va teniendo parte en que algo salga bien o mal... aunque tal vez eso no descargue nada, ¿verdad? Tal vez sea parte de la complicación... que ya ellos hacen y deshacen :D

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