lunes, 23 de marzo de 2015

Lo que provocan sus movimientos

Había mencionado que siento los movimientos de mi bebé. Pero no hay punto de comparación con lo que siento ahora, que su tamaño y su fuerza hacen que los movimientos, incluso se vean. Es tan extraño como agradable. Yo lo disfruto muchísimo, hasta cuando provoca que algo que no sé, se me estire, y duela.

Me queda claro que si ahora es difícil acomodarme para dormir, y mis propios movimientos van viéndose limitados, cuando la panza siga creciendo, eso va a "ir a más". Sin embargo, sobre todo cuando la siento, quisiera, de algún modo, que se quedara ahí dentro. Digo "de algún modo", por tener cuidado con mis deseos, porque por supuesto, quiero que nazca y verla crecer. Pero en el fondo, en mi interior, siento que ya la conozco y que adentro está muy bien. Ya hasta la he visto crecida, en mis sueños, así que no tengo curiosidad... La estoy queriendo para mí, y sé que no me pertenece, así que renuncio al deseo, pero de que lo he sentido: lo siento...

He tenido esas pláticas sobre las mujeres que tenían diez, once, quince hijos, y he dicho aquello de "todos esos años embarazadas". Porque el embarazo es fabuloso, un milagro, y todo eso; pero no precisamente un dulce, aunque traiga consigo momentos dulces. No obstante, si pudiera llevarla conmigo un año, tres años... o diez. ¡Gran tontería!, pero si se pudiera...

Los primeros meses del embarazo, supe que, a diferencia de otras mamás, yo no sentia que ella y yo fuéramos "una misma". Primero me sentí invadida; luego, de un modo más amable, sentí mi cuerpo compartido; pero no he sentido que sea "parte de mí": siempre la he sentido "ella", hasta con sus propios gustos: con su voluntad. Pensé que tal vez, las mujeres que se sentían en fusión con su producto serían más propensas a cursar con depresión post-parto, y pensé que yo no tendría problema en experimentar cómo la inquilina procedía a ocupar su propio espacio en el mundo, acá afuera -donde por cierto, seguiría dependiendo de mí-. Ahora sé que será una renuncia. No voy a sufrir por eso; sobre todo, porque ya me voy ocupando; pero será una renuncia.

Silvia Parque

9 comentarios:

  1. Hola: yo estaba deseando que naciera porque el embarazo es de lo peor que he vivido... esos movimientos del bebé dentro me dolían y las patadas no me dejaban descansar... por eso no entiendo a las mujeres que cuentan y relatan que son los mejores meses de sus vidas... Tampoco sentí que fueramos las dos una... Menos mal que a ti te pasa más o menos igual... Te confirmo que no sufrí ningún tipo de depresión, es mñas cuando nacio me quedé aliviada porque al fin pude descansar por las noches... seguimos en contacto

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    1. ¡Hola, Marta!
      Aunque ya lo supiera, con el embarazo me ha quedado muy claro que cada cual vive sus procesos a su manera, por lo que una no puede decir "esto es así", sino "esto ha sido así para mí". Yo sí siento que estos han sido los mejores meses de mi vida, no solo por la bebé, también por otras bendiciones; pero sí: he tenido la fortuna de disfrutar mi embarazo, y esas pataditas son de lo mejor que me pasa. Sin embargo, te entiendo perfectamente porque cuando tenían náuseas, una persona con buena voluntad me decía que a ella las náuseas le recordaban lo bueno que estaba pasándole y hasta le daban gusto. ¡A mí no podían darme gusto! Me sentía enferma: mal. Agradecida por la presencia de la bebé, pero físicamente mal. Creo que es muy bueno compartir cómo la pasamos, para deshacer los mitos y poder respetar esas diferencias.
      En cuanto a lo de sentir que "seamos una": yo creo que es que soy "muy yo" como para sentir eso :) además, esta niña tiene un papá que siempre está defendiendo que "ella es ella", aparte de nosotros.
      Espero sentirme aliviada cuando nazca, como te pasó, y disfrutar el -relativo- descanso por las noches, de manera que eso, y la alegría de tenerla, no me permitan enfocar lo que ya no estaré disfrutando con ella dentro.
      ¡Seguimos en contacto!

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    2. P.D. Como decía en la entrada, sí hay pataditas que duelen; no un dolor fuerte que me haga sufrir, pero duele, y cuando estoy en mi casa, me quejo. Mi marido me dijo un día que no conocía a ninguna mujer a la que le hubiera dolido eso. ¡Me va a encantar decirle que yo sí conozco a una!

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  2. A mi del embarazo me gustan contados momentos: algunas patadas, sentirla dentro, las ecografias... Sumando todo me da para un mes o poco más, no nueve!!. Nunca he sentido que sean parte mía, sino personitas independientes. Y nada de depresión post parto, al revés, entro en euforia.
    Un beso

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    1. :D ¡Un mes! Yo le restaría los tres primeros meses, y a partir de entonces, ya que dure lo que quiera :) es que, por ejemplo, de lo que me gusta, es mi panza, y esa está ahí siempre. También es que me alivio mucho quejándome y dejándome consentir; sería muy duro para mí, ir a trabajar a una oficina, como tantas mujeres, y me parece que la complicación se multiplica cuando ya hay otros niños, porque yo si me siento algo cansada, me acuesto un rato -todo el rato que quiera- y le hablo y le canto, ¿pero si hubiera otro u otros por ahí, requiriéndome?
      Después del parto, me visualizo contenta; pero ahora que pensé en lo bueno que es tenerla dentro, temí que tal vez sintiera que he perdido algo, teniéndola fuera... sé que no es así, pero también sé que hay quien así lo siente... espero, que como a ti, me suba el ánimo hasta la euforia: me parece que se puede necesitar :D
      ¡Un beso, Matt!

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