miércoles, 17 de diciembre de 2014

El primer hijo a los 34

Un poco después de los treinta años, me encontré queriendo un hijo, y teniendo en mente que hay una "fecha límite natural" para eso. Hubo que pensar en el tema y tomar decisiones.

Primero, me dejé claro que estaba satisfecha con no haber buscado un hijo cuando todavía no era mi deseo. Estuvo bien para mí, vivir en pareja sin hijos, cursar un posgrado sin hijos, y trabajar sin hijos. Pero sobre todo, está bien para mí escucharme a mí misma.

Luego vino establecer prioridades. Quería un hijo, pero en o con "tales" condiciones. Como no había "tales condiciones", me pregunté si podían hacerse a un lado. Fue complicado y no fue rápido; pero decidí qué quería para mi vida y para mi familia, y asumí la decisión como un hecho.

[Asumir decisiones "como un hecho" es un poco como ser empleado de una compañía con políticas funcionales y bien establecidas: el empleado no tiene que pensar si hará una concesión a ese cliente en particular: hay una política de la que se desprende cómo actuar en cada caso.]

Disfrutando mi embarazo ahora, encuentro ventajas de vivirlo con 34 años cumplidos. No creo que sean generalizables; son simplemente, ventajas para mí.

- Soy "delicadita". No soporto que la ropa me incomode, por ejemplo. Cosas que otras mujeres apenas notan o que no les molestan, a mí me hacen mella, así que necesitaba "madurez" para atravesar por las náuseas, el cansancio y los pequeños dolores que han acompañado el embarazo (y no la tenía hasta hace poco).

- No comparto mucha de la cultura en relación con la maternidad y sus asociados, de por este lado del mundo. Así que también necesitaba "madurez" para autorizar mis juicios y elecciones, de modo que pudiera desprenderme de culpas por no ser o hacer como otras mujeres frente a sus embarazos, y su ser madres.

- Habiendo seguido siempre -o casi siempre- mis sueños, el embarazo no interfiere con nada que quiera ser o hacer ahora, ni termina con nada que quisiera seguir siendo o haciendo; al contrario; me cuido de no "usar" a la bebé, pero es la mejor y más fuerte motivación que haya tenido, para concretar mis proyectos.

- No tengo miedos de los que oigo hablar a mujeres más jóvenes... como de tipo "existencial". No me preocupa "ser buena madre", o cómo criar hijos "estando el mundo como está". Creo que la generalidad de las personas, vivimos los veintitantos como una edad progre: hacemos un proyecto de vida y hay quien mete ahí algo así como un "proyecto de hijo"; pero muchos acabamos sorprendidos por lo que fue pasando en el camino de la edad adulta, y algunos, entre adaptarnos y aceptar, quitamos expectativas respecto a los otros, hasta salir por completo de esta visión de "logro", en la que hay algo que alcanzar.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Bueno...comparto: Yo la tuve a los 32, y además no fue un momento en que decidiera conscientemente quedarme embarazada. No me sentía preparada y forzaba el deseo a querer quedarme embarazada, deseo que no surgió, es más, si lo hubiera dejado en mis manos no hubiera surgido nunca, mi instinto maternal es nulo, así que como siempre dice mi hermana inconscientemente dejé de hacer lo que había que hacer para evitar el embarazo en una forma de que la naturaleza tomara la decisión por mí, son sus teorías jaja.
    Dicho ésto añado que sin irse a los extremos y teniendo en cuenta que cada persona es un mundo, a mí me parece mucho mejor tener un bebé con cierta madurez que cada vez tarda más en alcanzarse, por tanto cuanto más tarde mejor, sin pasarse ya digo, los 40 para un primer bebé me parece ya complicado incluso físicamente.
    Desde luego lo de cuestionarme traer un hijo a este mundo jodido no me lo planteé nunca, creo que por esa regla de tres, no hubieran nacido bebés en ninguna etapa, me parece una chorrada.
    Lo de no ser buena madre me lo planteé a posteriori, ya con bebé en mano, nunca fue tampoco lo que me frenaba para tomar la decisión, sí que me frenaba considerarme demasiado egoista y cómodona como para encargarme de alguien más que no fuera yo, sabiendo como sabía que por mi forma de ser en el momento en que surgiera ese alguien iba a pasar a ser mi prioridad, y yo quería seguir disfrutando del placer de poder ser irresponsable si me daba la gana.
    Ea! De nuevo contando mi vida.

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    1. Pues mira que hay que aprovechar la oportunidad de que cuentes, ahora que las entradas de tu blog se espacian más :D Yo lo aprecio mucho.
      Le doy importancia a la madurez, y aprovecho tu frase "cada vez tarda más en alcanzarse", para apuntar que por supuesto, eso es diferente en cada mujer. La verdad es que yo me tardé mucho en la madurez que yo necesitaba para la maternidad. Veo mujeres más jóvenes que yo, que ya tienen "arregladas" cuestiones emocionales, en las que yo tardé más tiempo... tal vez porque ellas no las tenían "desarregladas", qué se yo... Creo que mi hermana, a sus veintitantos, tuvo a su beba en un momento ideal para su vida, y así están muchas mujeres; pero hay que ver qué quiere, qué necesita, quién es cada quien...
      Yo no me pregunto si podré esto o aquello, pero creo que más o menos como lo que cuentas, sí me impresiono de pensar en salir de la comodidad para hacerme cargo de alguien durante muchos años, para tener en mente su bienestar por siempre de los siempres.

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    2. Yo sí me sentía preparada y lo busqué con todas mis fuerzas. Pero no era madurez, ni siquiera valentía, era pura inconsciencia...

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  2. Si está bien para ti eso es lo importante. Un beso.

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    1. Sí, es la idea, no que haya una "mejor edad", sino que hay que encontrar cuál es la mejor edad para una.
      Un beso Susana.

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  3. Yo creo que vas a ser una madre estupenda. Tiene mucha suerte esa bebita :)

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