sábado, 4 de octubre de 2014

Personas - cosas

Leía ESTE artículo, escrito por la madre de un niño que se ve diferente a los demás, y me quedé pensando en lo siguiente:
[...] les enseñamos desde el nacimiento a diferenciar las cosas. Ponemos un puñado de bloques rojos juntos, y al poner uno verde, les decimos que busquen el verde, el diferente. Ordenamos las formas que se ajustan a través de un solo agujero. Nunca van a poder encajar una figura redonda en un agujero cuadrado. Esto no está mal, está bien darse cuenta de las diferencias; así es como identificamos una cosa de otra. Enseñamos lo que debemos enseñar mediante estas herramientas. Pero estos son objetos. Podemos hacer que destaquen y elegir el más adecuado y el que se adapte. Pero esto no se lo podemos hacer a la gente, o a los niños.
La diferencia más importante que debemos aprender es: personas - cosas. Parece sencillo. Cuando mi pequeño primo tuvo una fase agresiva -más inquieta que agresiva-, le dio por pegar a su hermana mayor; ni siquiera es que pelearan, realmente, solo "le dio por pegar"; por supuesto, no se le permitió hacerlo; pero además, le compraron una "pera", una especie de saco de boxeo pequeño. Así que: está bien golpear un objeto que esta hecho para eso; está mal golpear a una persona. Pero la cosa se pone más compleja, cuando usamos los servicios que nos presta una persona, cuando nos beneficiamos de la relación con una persona, o cuando simplemente trabajamos con gente; a veces, para quien está en una posición de poder, "el otro" de pronto parece una "cosa". A veces, las personas administran sus vidas como si ellas mismas fueran objetos-acomodables.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Cuando una persona pasa a ser cosa pierde su humanidad y todos los derechos que le corresponden. Un beso.

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    1. Le tratamos como si estuviera desprovista de humanidad, y le negamos los derechos que le corresponden.
      Un beso, Susana.

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  2. Hay personas —supongo que acomplejadas— a las que les gusta ponerse en un plano superior con respecto a otras. Hay una frase que nunca me ha gustado: "El cliente siempre tiene razón". A mí me parece ofensiva para el que está ofreciendo el servicio y para el propio cliente, pero hay gente que actúa como si fuera correcta. Parece como si el dinero estuviera por encima de las personas.
    Saludos.

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    1. ¡Vaya! Nunca había considerado de esa manera la idea de la frase; visto así, tienes razón.
      Por otra parte, he estado pensando que lo verdaderamente grave es que una vez que alguien ha sido "puesto" en posición "inferior", se lo crea y lo asuma...
      ¡Saludos, Macondo!

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