sábado, 20 de septiembre de 2014

Hacer posible

Compré un aparatito para que la barbilla-cuello haga ejercicio, del que evita la "papada".

Para empezar, tardé en estrenarlo. Luego estuvo guardado durante un buen rato. Después, lo usaba un día sí, muchos días no; un día sí, varios días no... Hasta que lo traje a la mesa en la que trabajo. Está junto a la laptop, de manera que lo tengo a la vista y me queda a un decímetro de la mano izquierda. Sin horario, sin pensarlo, lo tomo y lo uso, a veces varias veces al día, cada día.

Creo que hay que hacernos posibles las cosas que nos proponemos: ajustarlas a nuestro modo de que sean posibles.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Ay sí, pero no siempre es fácil conseguirlo. ¿Y cómo funciona ese chisme?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, no siempre; a mí a menudo me resulta difícil. El aparatito es una especie de tubo con dos bases, una pequeña que va en la "papada" y una más grande que va en el pecho. Luego hay que hacer movimientos hacia abajo con la cabeza. El instructivo dice que hagas unos minutos; cuando lo vi, pensé que podría hacerlo una hora seguida, pero extrañamente: cansa, o más bien, incomoda al cabo de unas flexiones.

      Eliminar