jueves, 4 de septiembre de 2014

Facilito

La fe es útil para esos momentos en que quisiéramos que las cosas fueran más fáciles. Te alinea con el deseo profundo de tu corazón, amparado por Dios, y te consuela: las cosas son como son, pero va a ser lo que te ha sido prometido.

Oí o leí que no había que pedir que las cosas fueran más fáciles; que había que pedir fortaleza o sabiduría, o lo que hiciera falta para lidiar con las cosas como son. Al final, es cuestión de enfoque; cuando tienes los recursos para enfrentar un problema, el problema se hace de tu tamaño; cuando tus recursos sobrepasan al problema, el problema se hace pequeño. Pero en medio de lo que se complica, al menos yo, quisiera que las cosas fueran más fáciles... Eso pido. Ya Dios lo resolverá como quiera. Quizá me hace muy capaz...

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Te leo y te envidio. Cómo me gustaría tener fe, en algo, me da igual como se le llame, pero algo por encima mío a lo que agarrarme y con lo que consolarme, que me ofreciera respuestas, o paz de espíritu, serenidad...yo que sé...pero no, lo intento y no.

    Hoy no obstante me quedo con una frase, para la que creo que no es necesario tener fe, y la adapto: "no obsesionarse con la idea de que las cosas deberían ser más fáciles, sino tratar de tener fortaleza, o sabiduría o lo que haga falta para lidiar con las cosas que son" Cuestión de enfoque, sí.

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    1. Me has dado una respuesta que necesitaba. Gracias. Somos instrumentos unos de otros...
      Leo y publico tu comentario inmediatamente después de la última entrada, donde hablo de la necesidad de algo "de donde agarrarnos". Creo que cuando más necesitamos agarrarnos de algo, es cuando está en toda su expresión nuestro "ser fallido", es por eso que necesitamos que sea algo "superior" a nosotros (eso de lo que nos agarramos): un "Poder Superior", como dicen en AA.
      Seguro que tienes lo que hace falta para lidiar con las cosas... de fuera -fuera de ti-, se nota.

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