miércoles, 14 de mayo de 2014

El ajo

Un día conocí los nopales: una de las mejores cosas que me ha ocurrido -de un muy amplio conjunto de cosas extra buenas-. Digo "conocer" como el "conocer" de antaño; así como leemos que María dice "no conocer varón", no porque no haya visto jamás un hombre, sino porque no ha probado a ninguno.

Así que conocí los nopales, y me encantaron. Con ellos me vino una afición por el ajo, que los acompañaba en el plato. Amo los nopales con rodajas de ajo frito, y cuando los como, siento antojo de carne molida repleta de ajo en trocitos, y quisiera desayunar plan tostado con mantequilla y ajito.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Hummm...a mi me gusta en determinadas comidas, pero desde hace un tiempo me sienta fatal, así que lo he ido abandonando.
    No obstante para desayunar...un poco heavy no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Afortunadamente, creo que a mí no me cae mal ningún alimento/ingrediente. ¿Hasta un poco te hace daño? Porque a mí me gusta en exceso, ¡pero lo que un poco de ajo es capaz de hacer! Solamente no me gusta en la sopa de pasta...
      Sí que es heavy para desayunar, no lo había visto así :D

      Eliminar