domingo, 19 de enero de 2014

Eso y nada más

Hace un par de años, una estudiante me dijo que "lo mejor es enemigo de lo bueno", y desde que lo asimilé, no me alejo de esa idea. Las personas pueden figurar en su mente el mega-grandioso-restaurante de quince estrellas que van a poner, y no hacer nada porque nunca están en condiciones para algo tan grande, o bien, pueden montar el restaurante que sí están en condiciones de poner, e ir haciendo crecer el proyecto. Las personas planean que harán esto y lo otro, por ejemplo, viajar al otro lado del mundo para las vacaciones de sus sueños, pero si un miembro de la familia enferma, la prioridad será atender la enfermedad, y las vacaciones pueden borrarse del mapa, aunque muchas veces sería objetivamente posible escapar un par de días a una playa cercana. A veces nos portamos como los niños pequeñitos que no quieren más que la cosa azul con puntos negros y rayas rojas, aunque la cosa azul con puntos rojos y rayas negras, estaría bien también. Creo que es porque creemos merecer eso que hemos deseado y nos parece injusto no tenerlo, así que decidimos impartir justicia, impidiéndonos tomar nada que no sea justamente eso que queríamos. A mí me ocurre que temo olvidar qué es lo que quería, y quedarme con "menos" de lo que podría "tener". Sin embargo, conviene disfrutar lo que hay. Eso no significa perder de vista los anhelos profundos del corazón, ni renunciar a los sueños que nos motivan; significa nada más no vivir en situación castigo.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Qué razón tienes. Hay que saber disfrutar lo que tienes mientras esperas lo que anhelas. un beso.

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  2. Muy bueno Silvia, tienes mucha razón. Yo también oí esa expresión de "lo mejor es enemigo de lo bueno" y me causó un gran impacto. Me lo dijo un cliente para el que trabajaba cuando era consultora, estábamos pensando una aplicación complicadísima, cuando en realidad él se conformaba con algo más sencillo más sencillo y funcional que cubriera sus necesidades básicas. Le di muchas vueltas a esa frase y hay mil momentos de la vida en los que aplica.
    Otra cosa cierta es no perder de vista los grandes anhelos, pero en el día a día, no va tanto de grandes sueños sino de quedarse con lo bueno.
    Un beso

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    1. Gracias, Matt; yo creo que a mí me impactó porque durante mi formación oí mucho que había que "mejorar", buscar "lo mejor", hacer "lo mejor", y de pronto la frase cambia la jugada. Tu anécdota es una gran ilustración. Y sí, hay mil momentos en los que aplica porque justo como dices, la cotidianidad no se trata de grandes cosas sino de lo bueno que le cabe al día a día.
      ¡Besos!

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  3. Nunca había escuchado esa sabia frase, porque es muy sabia.
    Yo hace años que aprendí (a base de golpes de la vida, no de los otros) que lo mejor es ir de menos a más.
    Creo que los grandes proyectos son el placebo que tiene la mente para justificarse de no hacer nada por miedo.
    Besazo

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    1. Mejor paso a paso, y haber andado algo... Has puesto los puntos sobre las íes, Dolega: "los grandes proyectos son el placebo que tiene la mente para justificarse de no hacer nada por miedo". Eso es todo.
      ¡Beso!

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  4. Yo no creo que lo bueno sea enemigo de lo mejor. Lo bueno, como bueno que es, no es enemigo de nada! Lo único es no dejar que lo bueno nos impida aspirar a lo mejor y que lo mejor no nos deje ver lo bueno.
    No?

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    1. ¡Tienes razón! Lo bueno no puede ser enemigo de nada :) pero verdaderamente a veces mirando solo "lo mejor", dejamos de ver "lo bueno" que está más cerca. Hay que tratar de que, como dices, ni lo bueno nos impida aspirar a lo que realmente anhelamos, ni que lo mejor que no está, nos impida ver lo bueno que ya está.

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