Qué diferentes pueden ser las situaciones en las que se acompaña, apoya o asiste a una persona enferma: acomodar la almohada y preparar un té; hacer gestiones; estar al pendiente del sueño y la vigilia... Qué diferente si es un niño, un joven, una persona de mediana edad o un anciano... si es familiar, amigo, el vecino...
Silvia Parque
¡Auch! A mi no me gusta ir a los hospitales, nunca sé qué decir, me siento tonta ahí nomás esperando que pase el tiempo de salir corriendo.
ResponderEliminarIgual no soy buena amiga.
Saludos
Hay muchas formas de ser amiga, cada cual brinda su amistad desde su particular modo de ser, con sus recursos :)
Eliminar¡Saludos!
Le tengo mucha fobia a los hospitales, pero si es una persona querida hasta me olvido :)
ResponderEliminarAbrazos!
Sí, creo que vamos del no-me-gusta a los-odio, pero no he conocido a alguien a quien le guste (estando del lado de los pacientes, claro); pero pues... a veces queremos o necesitamos acompañar o cuidar a esa persona querida, y eso se vuelve lo más importante.
Eliminar¡Abrazos!
A veces no se trata tanto de estar sino de sentirlo realmente. Un beso.
ResponderEliminarClaro :)
EliminarUn beso, Susana.