domingo, 3 de noviembre de 2013

Voy a hablar del segundo blog


El primer blog que abrí se convirtió en "De palabras y cosas así". "no soy Sylvia Plath" fue el tercero en aparecer, y hace poco nació "Para antes de dormir". Voy a hablar del segundo blog.

Debajo del título se leía "Sobrevivir a los treinta años, al matrimonio y al trastorno de ansiedad generalizada, todo en un mismo cuerpo". Fue una especie de diario muy íntimo que publiqué en el 2011, en medio de una crisis. Ahí me expresé nada más que para desahogarme, y fue realmente un recurso efectivo. La crisis pasó, y las entradas del blog fueron expresando cómo navegaba con los problemas que no se disuelven porque haya pasado lo crítico. Fue dejándome de hacer falta este tipo de expresión catártica, y finalmente -aunque siempre lo mantuve "en secreto"-, saqué el blog de circulación. Decidí trabajar un poco algunas de sus entradas, y publicarlas en el entonces recién renovado "De palabras y cosas así", hasta hoy. Aunque todavía tenía bastante material, hace un momento lo eliminé. Estaba salpicado de expresiones amorosas y recuerdos felices, pero no quiero toparme con el rastro de dolores y dificultades que habría sido bueno acabar de limpiar en cuanto ya no había esos dolores y dificultades. Para eso nunca es tarde.

Este mundo del blog, como todos los que habitamos, está hecho de gestos simbólicos.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Sinceramente creo que has hecho bien. No siempre, pero muy a menudo lo leía y era en ocasiones desgarrador, hasta a mí me tocaba la fibra, y estoy de acuerdo en que es mejor no volver a releer esas cosas, tengo la experiencia y siempre he terminado por deshacerme de esos escritos porque me pone mal cuerpo reconocer y recordar como me sentía cuando los escribí, no creo que ayude.
    Besitos
    Ah! Y como acto simbólico también, hay que librarse de todo el bagaje anterior para poder empezar de nuevo

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    1. Sí, mi intuición lo dijo hace unos días; por supuesto que no le recrimino, pero me cruzó por la mente la idea de que tal vez habría sido bueno que lo dijera antes. Ya escribiré en el presente sobre el presente, incluido si en el presente hay un recuerdo.
      Tuve miedo a librarme del bagaje anterior; creí que eso me hacía perder lo bueno que hubo o que podría haber; pero ya entiendo, o ya asimilo, más bien, porque ya entendía, que es al contrario. Y ahí voy.
      ¡Besos!

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  2. Inmagina lo ha dicho; es probablemente un arma de doble filo la cuestión de los diarios. La mirada ajena es probablemente lo de menos, es el recuerdo que traen las palabras, efectivas como un perfume cuando se trata de la memoria.

    Un abrazo y un café.

    PS -Hablando de nuevos comienzos, ya ando revisando tu blog nuevo. Besos.

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    1. Sí, es un arma de doble filo... esa memoria que es tan... "realidad virtual"...
      Gracias por ese abrazo y ese café. Vienen muy bien para empezar el día :) Además es un gusto que explores "Para antes de dormir". No le he dedicado el tiempo que quiero, pero ya cambiaré de estatus laboral y podré darle atención. Cada texto sale en dos o tres minutos, pero tardo mucho en encontrar una imagen, y me gustan con imagen.
      ¡Besos, Taty!

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  3. Los actos simbólicos son importantes.
    Pienso que los escritos que enseñan demasiado el dolor es preferible tenerlos como a las heridas, vendados. Si acaso cuando cicatricen del todo, a lo mejor les puede dar un poco el sol, pero lo mejor es que estén protegidos.
    Besazo

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    1. Sí, debes tener razón. Hay también que reconocer cuando algo es un "texto", y cuando algo es un manojo de letras con las que se sacó una emoción; del manojo de letras puede salir un texto, pero esos manojos a veces hay que quemarlos, para acabar de dejar atrás la emoción.
      ¡Beso, Dolega!

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