martes, 12 de noviembre de 2013

Escuchar

A menudo, no escuchamos. Oímos una primera palabra y nos liamos en lo que eso nos evoca, antes de oír la oración completa; a veces, antes de oír una segunda palabra.

Hay palabras muy fuertes que ayudan a que no escuchemos, algunas son más o menos universales, como "culpa" o "muerte", pero la mayoría se enlistan según la historia personal.

Para escuchar es necesario hacer silencio al interior. No hacer eco a las palabras del que habla, no tener una respuesta rápida. Para hacer ese silencio, hay que estar en calma.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Es exactamente así, lo he sentido cuando te he leído Silvia, nos quedamos enganchados de una palabra o una frase entera que evoca algo en nosotros, algún tipo de respuesta, y nos perdemos el resto, hasta leyendo nos ocurre eso, aunque existe la grandísima ventaja de poder volver a releer, incluso te diría que aún escuchando o leyendo con total interés nos quedamos con sólo la parte que nos ha tocado personalmente por cualquier circunstancia, nunca abarcamos el todo, solamente una pequeña parte que a veces ni siquiera es la parte clave de la conversación, pero el intercambio siempre enriquece.
    No incluyo aquí a esas personas, que las hay, que realmente no escuchan nada, solo se interesan por ser escuchadas ellas y tú eres únicamente un run run molesto que tienen que aguantar a cambio de poder decir la suya.
    Besitos

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    1. Ya lo creo, Inma; como bien dices, no hablamos de quienes de plano no escuchan nada, sino de quienes pretendemos escuchar, al menos gran parte de las veces, y en realidad escuchamos muy poco. Cómo veo claro, a la distancia, cuántas veces no escuché bien... pero a la distancia.... ahora trato de escuchar... y tengo más todavía que hacer en cuanto a los intercambios; aquí en la red, se me da bien, me gusta; pero en la vida real, "no juego" con muchos tipos de interlocutores, no me gusta batallar; por un lado me parece bien ser selectiva pero creo que me hace un hábito de "no esforzarme", por el cual a veces dejo de ponerle creatividad a los mensajes que emito a quienes sí me interesan... todo un asunto.
      ¡Besos, Inma!

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    2. Yo tampoco "juego" mucho en la vida real, siempre he dicho y me han dicho que soy medio antisocial, aunque aquí parezca lo contrario, antes podía ser por timidez, ahora basicamente es por pereza, ni escuchar y sobre todo muy poco interés en que me escuchen, cuando sé que no se me va a "entender" y cada vez tengo menos ganas de explicar o defender mis formas de ver las cosas.
      Besos

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    3. Lo dices tal cual me pasa. Y también: antes podía ser por timidez -cuando era niña, hace mucho que ya no- pero ahora es falta de interés, y flojera. Y es que a mí me gusta mucho platicar, pero no me gusta explicarme; en un ámbito formalito, donde se me va a poner atención en serio, sí, fuera de ahí, como que no, y casi todo en la vida está fuera de ahí. Pero creo que me toca ser menos así...
      Besos, Inma.

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    4. Jeje, estamos en fases distintas, a ti te toca ser menos así, yo ya he pasado por esa, y como al final una vuelve a su esencia, ahora cada vez soy más "así".
      Quien nos lea pensará que vamos de profundas, y que sólo nos gusta hablar en "serio", pero no es eso, hasta para compartir el sentido del humor me cuesta, y es además un termómetro de la posible relación, yo hablo normal a mi aire, y de repente veo que la otra persona se parte de la risa y hasta me sorprendo, pero me doy cuenta de que podemos estar en la misma onda, y al contrario, a veces me pongo graciosilla a propósito y ves a la otra persona con cara de palo y de no haber entendido nada, y pienso -hummmm, tú no! - jaja, estoy p'allá.
      Besitos

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    5. ¡Sí! Lo mismo digo del sentido del humor, y es que mi reticencia a "explicarme" no es solamente respecto a cosas profundas o que se presten a polémica, es sobre cualquier cosa porque al final en casi cualquier cosa está impregnado quién es una, cómo se planta una en el mundo, y bueno: en el sentido del humor, por supuesto.
      Supongo que tenemos una esencia que nos da un acento, tal vez un color; pero supongo también que podemos cambiar las manifestaciones de esa forma esencial de ser. Es que me doy cuenta, no de que me pierda de cosas, porque no me pierdo de nada que esté queriendo, sino de que a la gente le puede hacer bien ser escuchada, que se le explique, participar en intercambios con ellos, y no es exactamente que quiera hacerlo, sino que habiendo probado ser apartada, estar "out", me entran ganitas de no hacer eso con los demás...
      Besitos, Inma.

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    6. Pues ojalá no sea tu experiencia, pero la mía fue con los años tirar la toalla y no hacer el esfuerzo, porque las decepciones no compensan. No decepciones dramáticas, solamente decir - puf! ¿para qué? - He llegado a la conclusión de que me interesa seguir mi intuición, y cuando no veo la conexión desde el principio no sigo adelante, porque sé que será darme contra un muro

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    7. Bueno... yo creo que estoy en un periodo medio expiatorio y eso se me va a pasar; creo que volverá a no interesarme entablar conversación con "la mayoría", pero espero que siga interesándome tenerla con los familiares, los amigos, los conocidos que se portan bien conmigo, y es que históricamente he preferido no batallar, hasta el grado de no poner esfuerzo...

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  2. Escuchar es un arte que pocos tienen. A la mayoría nos falta técnica.
    Besazo

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    1. Sí, Dolega, yo ando en pre-básico en mi técnica ;)
      ¡Beso!

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