miércoles, 13 de noviembre de 2013

Decisión en 1, 2, 3

Por un lado: el frío recio con ínfulas de continuar por la mañana, el cansancio de los que no dejan descansar, y las ganas de empezar una tarea de las que son más delicia que gusto. Por otro lado: la hora, y con la hora, el cálculo del tiempo que tarda el cabello en secarse (no duermo con el cabello mojado sobre la cama).

Para hacer el malabar: vale quitarle un rato al sueño por descansar bien; además, el baño nocturno permite despertar más tarde... y siempre es mejor para mi cuerpo mimado, omitir el baño por la mañana en las mañanas frías... Así que decido. Esto por un lado, esto por el otro, y luego entonces: lo que yo diga.

Ojalá así fuera con todas las cosas.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Es cierto, ojalá pudiésemos decidir todo en nuestra vida. Aunque a lo mejor sería malo, no tendríamos en quién descargar responsabilidades y a lo mejor no lo soportaríamos. :P
    Besazo

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    1. :D yo ya me siento decidiéndolo todo, más bien me refiero a que ojalá pudiera decidir tan sencillamente: esto por aquí, esto por allá; luego entonces, decido tal cosa, y sin mirar atrás, y si no salió bien o no salió tan bien, ni modo.
      ¡Beso!

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