martes, 15 de octubre de 2013

Para la calma

Debe hacer falta una madurez superior para tener calma sin fe. O sangre fría no natural. A mí lo que consigue darme calma es la idea de que estoy en manos de Dios y que por tanto, todo va a estar bien, que de hecho, todo está bien justo como está, así no pueda entenderlo. Pero hay otras cosas que ayudan: el ejercicio es de lo que más. 

Hace años usé psicotrópicos para calmar la ansiedad; tenía poco de haberlos dejado cuando noté, saliendo del gimnasio, que la sesión especial con la caminadora me estaba provocando lo mismo que la mitad de pastillita carísima con la que había estado ayudando a mi cerebro a dejarme en paz. Casi es inevitable: cosa de las endorfinas.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. La mejor pastilla es tu propia mente, pero yo también prefiero apoyarme en Dios. Un beso.

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    1. Sí, pero a mí me sirvió admitir que hubo un momento en que mi mente estaba "ciclada" y no podía sola; por supuesto, incluso las pastillitas son gracias a Dios :)
      Un beso, Susana.

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