lunes, 21 de octubre de 2013

Locos, rotos

Entre las muchas cosas que se dicen de la locura, está la premisa de que el loco de verdad no se da cuenta de que está loco. Algo así como la negación del alcoholismo en el alcohólico. Es cierto.

En otra dimensión de la realidad, pocas cosas más aterradoras que esas familias felices con gente feliz que está "muy bien", tan rota por dentro o tan sin forma por dentro, que su contacto con otras personas siempre linda con el daño.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Te refieres a la gente que ni siquiera sabe que no está bien?

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    1. Sí. Pero hay niveles; la gente puede ser autoindulgente, además pensamos que la normalidad es eso con lo que crecimos o lo que siempre hemos vivido, pero se ven barbaridades de personas que se asumen completamente normales.

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  2. Yo no creo que esas familias engañen a nadie, se les nota a leguas porque van dejando trocitos según caminan. Otra cosa es que a la gente le dé lo mismo como sean y sigan la corriente porque les da igual, pero engañar, no engañan a nadie.
    Besazo

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    1. ¿Verdad, Dolega? A mí también me parece muy evidente, pero luego resulta que las personas de verdad se creen el cuento...
      ¡Beso!

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  3. Hola Silvia, recibí un reconocimiento y me toca compartirlo y bueno... sos una de las personas en quien pensé.
    Besos!

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  4. creo que no te dejé el link... http://oyetengounaidea.blogspot.com.ar/2013/10/premio-reconocimiento.html

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