Junto a la botella hay un sobre largo con un rótulo cariñoso; dentro hay un boleto para el concierto del año. Hubo que recoger la mesa para poder tenerlos -al sobre y a la flor-, uno junto a otro, alegrándome. Sería bueno limpiar, pero con recoger fue suficiente.
Así pasa con otras cosas también; para tomar lo bueno hay que poner las cosas en su sitio, quitar las que estorben, aceptar que las superficies no queden impecables.
Silvia Parque
Añado que para tomar lo bueno, vale la pena cuidar un poquito los detalles, una flor en una botella de plástico le hace perder su belleza. Compra un búcaro estrechito de cristal tallado y verás como cambia la cosa.
ResponderEliminarBesitos
:D no creo que nada pueda hacerle perder su belleza a ese color amarillo impresionante, a ese color verde justo en el tono para ese color amarillo, a su centro de sexo sin sexo para insectos, a su perfecto diseño de exactamente lo que es. En todo caso, hace hermosa a la botella... ¡que de por sí es bonita! La gente deja de prestarles atención tal vez porque hay muchas, porque las ven como basura; pero durante siglos no existieron esos plásticos tan transparentes, y esas curvas y esos bordes me parecen tan bonitos :) de hecho, iba a quitarle la etiqueta, pero hasta la etiqueta con su color melón me gustó; lo que queda frente a mí es el código de barras con una silueta de mujer, ¡y me parece tan bonito!
EliminarMuchos besos, Inma :D
Hacer orden y limpieza siempre viene bien. Un beso.
ResponderEliminarMuy de acuerdo. Hacer mucho orden y limpieza muchas veces viene mal. Pero el suficiente, al menos el indispensable, siempre viene bien.
EliminarUn beso, Susana.
Una hermosa flor, limpia cualquier estancia donde esté. Ya no la ves nada más que a ella, todo lo demás se torna casi invisible.
ResponderEliminarBesazo
Así es. Tienen ese poder.
EliminarUn beso, Dolega.