Silvia Parque
jueves, 10 de octubre de 2013
De la dimensión desconocida en casa
De pronto, cuando menos te lo esperas, te das cuenta de que hay un tenedor bajo tu trasero; entre tu trasero y el asiento, para ser exactos. Recuerdas cómo te explicaste la incomodidad, y alucinas con que viste el asiento sin ningún tenedor, antes de sentarte. Sabes que hay una explicación lógica para la aparición, pero en el fondo sientes que esa explicación aburrida no puede tener sentido. El tenedor simplemente apareció, tal vez tenga un mensaje...
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Jajaja, lo siento, pero la primera imagen que me ha venido cuando he leído lo del mensaje has sido tú con el tenedor en la mano en modo Psicosis, hasta la musiquilla he escuchado: Hi-hi-hi
ResponderEliminar:D pues sí se presta pa'que's más que la verdá'... es que en serio, como la canción "no sé decirte como fue" ;D
EliminarEntre objetos perdidos te veas...
ResponderEliminarOye, Silvia, dejé un link en mi blog al tuyo; hice una reseña de la Plath (a quien conseguí por leer su nombre aquí).
Abrazos.
Lo de los objetos puede llegar a ser hiper raro, ¿verdad?
Eliminar¡Qué lindo, Taty! Me das el gustazo del día... un día muy pesado en el trabajo pero ahora tengo una sonrisota. Voy a ver :D ¡Gracias!