jueves, 8 de agosto de 2013

Me gusta / No me gusta

Inma hace su me gusta-no me gusta en ESTA entrada que titula "Paradojas", y remite a la convocatoria del blog "Entre el olvido y la memoria", a la que también me apunto:

Me gusta saber qué procede o qué corresponde en una situación. No me gusta que me den órdenes. Ni cuando tienen la autoridad para hacerlo o la amabilidad de decir "por favor".

Me gusta que me piropeen; cualquier persona. No me gusta que me miren como si quisieran ponerme las manos sucias, suciamente, encima. Que se laven las manos y las intenciones...

Me gusta ser competente en las cosas que amo hacer. No me gusta ser floja. Esta semana me he convencido de que la palabra es "floja", aunque no me guste, tampoco, la palabra.

Me gusta vivir con aves. No me gusta que vivan en cautiverio y en condiciones tan contrarias a lo que la Naturaleza habría dispuesto para ellas.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Gracias Silvia por tu participación. Echaré un vistazo más despacio al blog.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Luego me pego el volteo, que tus entradas comente o no, no me las pierdo yo por nada del mundo, pero empiezo por ésta. Dos cosas:

    Es curioso, no voy a generalizar, pero en Italia he tenido una experiencia desagradable, varios grupos de hombres nos han mirado de esa manera sucia que tú dices. No estoy acostumbrada, aquí hace muchos años que eso no sucede, te miran pero no de "esa manera". Me ha sorprendido, me ha hecho sentir muy incómoda, he visto la diferencia y he valorado mucho la diferencia entre la mirada admirativa de igual a igual, y esa mirada asquerosa de macho en celo que se cree con derechos. Si llega a ocurrirme aquí juro que les suelto alguna barbaridad, allí no me atreví.

    La segunda, y que hemos hablado a veces. Me apunto a tu palabra, has dado con ella, lo siento como tú, la palabra es floja, y es muuuuuy desagradable esa flojedad.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me pasó llegando a Querétaro, Inma. De donde yo vengo, los hombres claro que miran y dicen cosas; a algunas mujeres les incomoda pero a mí no, a mí me halaga; si se pasaban un poquito o sí me daba la gana, les contestaba. Aquí es muy diferente. Aquí no sé a quién o cómo podría gustarle que la miren o le hablen cuando lo hacen como lo has dicho: como "macho en celo que se cree con derechos"; cuando dicen algo parece que arrastraran la palabra y el sonido se convierte en una obscenidad aunque apenas digan "adiós". Creo que coincidiremos en que eso de "mirada asquerosa" es porque a veces consiguen que dé asco de verdad, literalmente. Creo que has dado en el punto clave: que te vean de "igual a igual".
      Y bueno, ¡la flojera! Yo me resistía porque tengo mucho hilo de donde tejer justificaciones: porque a veces no como balanceado, porque a veces tengo mucho trabajo, porque la columna, porque la presión... porque de verdad soy contemplativa y así genero ideas; pero me llegó la hora de sincerarme conmigo misma; todo eso de la lista "es", pero no quita que lo que haya de flojera, sea flojera. Y es "muuuuuy" desagradable.
      ¡Besos, Inma! ¡Bienvenida!

      Eliminar
  3. Me pasa lo mismo que a tí, me encanta que me piropeen pero detesto esas miradas que ensucian.
    Besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Si los piropos son bonitos! A mí los mejores me los han dicho señores mayores muy educados :) Da coraje que por culpa de esos que no pueden mirar limpiamente, luego se hable de los hombres galantes como si fueran agresores sexuales.
      ¡Beso, Dolega!

      Eliminar
  4. Son paradojas interesantes. A mí también me gusta saber qué hay que hacer pero sin que me lo ordenen. Y el tema de las mascotas también lo entiendo. Me gustan, pero me dan pena.

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y es que a mí las órdenes, aunque vengan en la mejor envoltura posible, no me van :/
      El tema de las mascotas da para mucho. No me gusta la idea de tener aves como mascotas; me gustaría tener un jardín y que llegaran atraídas por las plantas, libremente. Pero ahora vivo en una casa donde crían codornices para vender sus huevos, y no he querido investigar, pero creo que los pollos son futuros gallos de pelea... me apena.
      ¡Besos, Telma!

      Eliminar