lunes, 3 de junio de 2013

De la facilidad con la que tocamos los extremos

Cómo se escabullen, con frecuencia, los muy citados y poco vistos "justos medios".

Cómo se deslizan, despistando, el gusto hacia las ganas y las ganas hacia las ansias.

Qué fácil es deshacer el encanto de la moderación -que siempre es un encanto-.

Conviene encomendarnos a la Santa Intuición, porque en esto Don Raciocinio se hace líos.

Silvia Parque 

2 comentarios:

  1. Es cierto. Demasiado sencillo irse hacia los extremos, demasiado básico.
    Sin embargo, lo estaré mirando entendiendo el sentido de las palabras de otra manera, porque yo creo que es justo el instinto, y hablo de un instinto casi animal, el que nos hace extremarnos, y es D. Raciocinio el encargado de poner las cosas en su sitio. Cuanto más reflexionamos y menos nos dejamos llevar por el instinto, más sencillo quedarnos en el punto intermedio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Es que a mí el que me hace desvariar es ese mentado Don! Creo que mi corazón sabe exactamente cuando y cuanto; para mí, mi animalidad, que es mucha, es la que está bien que sea, así que no es excesiva, en cambio mi pensar y repensar y replegar lo pensado, sí que se pasa a menudo ;D

      Eliminar