Silvia Parque
martes, 25 de junio de 2013
Del contento
A veces la felicidad se llena de alegría espolvoreada con satisfacción y todo lo que está bien se acomoda para dar gusto. El gusto crece y se desparrama, el amor se muestra y puede verse lo claro y luminoso que tenemos dentro. Entonces una dice: "de esto se trata: en esta sensación me quedo a vivir". Y aunque es evidente que el estado de exaltación no puede ser permanente, ya queda el alma impregnada de contento, tan impregnada como para no aceptar que se lo quiten.
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Y dura lo que dura, poquito, pero vale la pena disfrutarla y valorarla cuando llega, quizás el ser efímera forma parte del encanto.
ResponderEliminarBesitos
Sí, para tener ese encanto, tiene que no ser permanente; pero la verdad es que yo la extiendo, la extieeendooo. Trato de que deje su marca para que quede instalado un contento "normal" cuando se vaya el contento "plus", y ubico qué es lo que la produce, para quedarme ahí :D
Eliminar¡Muchos besos, Inma!
Enseñame, anda...
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