Una compañera de la universidad me dijo alguna vez que su mamá decía que había que comer hasta que una se
satisfacía, no hasta que una se
llenaba. Me pareció una expresión ilustrativa; imaginé "llenar" como seguir metiendo en una bolsa hasta que no queda espacio para una partícula de polvo.
Hay un momento justo, ni una mordida antes ni una mordida después, en el que el cuerpo se satisface de alimento. Pero
la carne es débil...
Silvia Parque
Es cierto, y para ello lo mejor es no llenar nunca el plato demasiado, porque si lo ves te lo comes, hasta que dices no debí hacerlo.
ResponderEliminar¡Sí! Y creo que también pasa por no preparar o comprar demasiado :)
EliminarDe esa mordida más siempre me acabo arrepintiendo. Un beso.
ResponderEliminarYo también, Susana, invariablemente :)
EliminarUn beso.
Silvia, me encanta la frescura que encuentro en tu blog..! Y adhiero a tu campaña para abolir la obligación de la felicidad!
ResponderEliminarun cariño,
¡Muchas gracias! Le tengo mucho cariño a este espacio. ¡Y celebro tu adhesión!
Eliminar¡Saludos afectuosos!
Es así tal cual te dijo tu compañera según indicaciones de su madre. Es que a veces resulta muy difícil controlarse y uno come de más por vicio, gula o lo que fuere, y ahí sí termina repleto, inmóvil y pesado ;D Saludos!
ResponderEliminarLo peor es lo de "pesado", esa sensación de cargar con una misma puede ser muy incómoda, y no se pasa rápido.
Eliminar¡Saludos, Alan! :D