El viernes he dejado la laptop con el médico: con dos médicos -nuevecitos y diligentes, muy amables, que además nos surten de dulces en la oficina-. He estado unas diez horas sin ella. Ahora está limpiecita, rápida, con otro fondo de Escritorio y con Mozilla en vez de Chrome. Mañana le harán otra intervención.
He sentido su ausencia estas diez horas. Usualmente, prendo la máquina desde que me levanto, y la apago casi hasta que me acuesto. Trabajo, me divierto, "socializo", con ella. Pero creo que fue extrañamente relajante no estar frente a la pantalla una tarde y una mañana completas.
Silvia Parque
Es curioso como se le echa de menos, y al mismo tiempo, como sabes que no tienes otro remedio, te relaja el pensar que puedes ocupar ese tiempo en otros asuntos, que tienes horas libres que si no dedicarías a estar ahí enganchada. Creo que todavía no somos totalmente adictas.
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que sentí como si el tiempo se expandiera... y eso es relajante. No sé si tendré el valor, pero creo que sería bueno no usarla toda una mañana y tarde, cada semana.
EliminarBesos