viernes, 1 de febrero de 2013

Dicen que eres

Bien parada sobre los pies, una puede ir descartando los dictámenes sobre quién y cómo es una, que hacen los demás. Pero hay unos discursos que parecen grabados en la columna vertebral del alma, y una se cree que meterse con ellos es muy riesgoso.

Hasta que llega el momento, y también esos se van.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. ¿No te ocurre que al final adoptas el rol, y terminas creando un personaje basado en como te ven los demás? Yo he llegado a no saber quien soy ¿Soy realmente rebelde, o divertida, o dulce? ¿o sólo respondo al papel que se me ha asignado explotando unas características que por supuesto existen en mí pero quizás no son las más representativas de mi carácter real? lo dicho, nunca he tenido claro quien o como soy.
    Besos

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    1. Me ocurrió. Según yo, es parte del desarrollo normal, pero sigue deshacerse del personaje "a medida de los demás", y convertirse en una misma. Yo he sido la niña de los dieces que no es buena para socializar y que no importa si no da una en cualquier otra cosa que no sea la escuela o el equivalente de "la escuela" que pueda haber en la edad adulta. He sido la mujer cuyo gusto es lo que al hombre le guste. Pero lo primero empezó a paralizarme, y lo segundo empezó a volverme loca. Así que fui a análisis :) Usando tus términos: no me da la gana asumir el papel que me han asignado... o el que me había asignado yo misma para que me quisieran/aprobaran/cuidaran :)
      Un beso, Inmagina. Bien puede ser que, si se está bien sin tener claro quien o cómo es una, ¿para qué moverle? ;)

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    2. Quizás tengo miedo a descubrir que soy bastante peor de como me ven

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    3. Sí es para dar miedo; pero todos los que no son/somos tú, no son/somos tan buenos ;)

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