Porque se puede compartir el cuerpo, aunque la sensación no, ni el goce. El deseo tal vez sí. La necesidad: imposible.
Miedo, encono y frustración se comparten y expanden. El ansia parece que no.
Podemos compartir los objetos, pero hay que dejar algo sin compartir.
No sé en que medida compartimos la vida, aunque con seguridad me he compartido.
Podemos compartir proyectos, pero mejor no acercarnos a compartir motivos: con suerte lo logramos y confundimos quién es quién, dónde estoy, qué has hecho conmigo.
Silvia Parque
Es complicado...no sé si realmente usamos mucho la palabra pero en la práctica compartir se comparte poco. Normalmente se entrega, y se recibe o no a cambio.
ResponderEliminarCompartir un helado es sencillo, en las relaciones la cosa se complica.
Besitos
Justamente eso creo. Compartir no es un dar y recibir recíproco, no es toma y daca; creo que ni siquiera sucede a menudo con los objetos :)
EliminarSiempre me haces pensar... Te envié un correo. No sé si lo has recibido. Un beso.
ResponderEliminar:) creo que pensar es mi actividad favorita ;)
EliminarUn besote, Susana.
Esto es un poema. Escribes corto, pero bien lindo y directo al corazón.
ResponderEliminarBesitos.
Muchas gracias, Taty. Qué amables palabras.
EliminarMuchos besos.