miércoles, 24 de octubre de 2012

Primeros cafés

Tomo café Legal muy cargado. Para algunos conocedores es un pobre café. A mí me parece buenísimo, fuerte como lo oscuro que queda. Lo he preparado con piloncillo y canela, así que es casi un café de olla (solo que no hubo olla, sino prensa francesa).

Probé el café de olla en un cuarto de hotel, de vacaciones. Mis primeros cafés se hacían en pura leche, y eran un privilegio porque en mi casa el café no era para niños.

Ahora sé que tengo al café asociado con mi abuela. Pero normalmente no recuerdo esos cafecitos, sino los de cafetera, como esos primeros que tomé sintiéndome mayor -entre gente grande-, cuando iba al primero de los talleres literarios donde hice la adolescencia.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Y soy una gran aficionada al café. Es mi pequeño vicio. A veces es bueno no estar disponible. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un pequeño vicio nos hace interesantes. A mí me está encantando no estar disponible: me deja disponible para mí misma y para "mi hombre" :)
      ¡Un beso!

      Eliminar