sábado, 15 de septiembre de 2012

Una entrada que no pudo publicarse el día que nació

Hoy amanecí cansada, y eso me parece cercano a lo patético: amanecer es un milagro que me gusta celebrar... eso de preferir más cama frente a lo que ofrece el día...

Llegué al trabajo con poco ánimo. El Departamento tiene una puerta con una cerradura que se traba, y cada mañana, el acto de girar la llave pone a prueba mi madurez emocional. Pero estaba abierta. Entré sin esfuerzo. Era una buena señal, pero no fue suficiente. Entonces llegaron las personas, obtuve un dulce, me preparé un capuccino... más tarde habría palomitas. Una de mis compañeras dijo que se encerraría a hacer tal cosa, y súbitamente, la cosa que yo debía hacer me hizo sentir gusto. Ya instalada en la PC, llegaron a saludar un par de personas que estimo.

Una nada más tiene que estar dispuesta a recibir lo bueno, y lo bueno se abre paso y termina por instalarse. Agradezco mucho cada vez que eso pasa cuando yo creía que las cosas no iban bien.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Tener un buen ambiente de trabajo es fundamental. Me ha gustado mucho eso que dices de no pensar que la gente debería sentirse bien. Un beso.

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    1. Sí... una de las cosas que hace importante a un buen ambiente en casa, en el trabajo, es que puede "guardarnos" de los malos ambientes que pueda haber "afuera"...
      ¡Qué bien que te guste la idea de que la gente no "debería" sentirse bien! Creo que sería "bien bueno" que la gente se sintiera bien, pero ¡caramba!, si no se sienten bien, pues no se sienten bien. Luego por pretender ayudarles, se les hace sentir peor, como si estuvieran en deuda.
      ¡Un beso, Susana!

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