lunes, 25 de junio de 2012

El pobre Don Quijote

Ayer me reía con Don Quijote, o de Don Quijote, o con el libro de Don Quijote.

Me apené.

Me volví a reír.

Lo disfruto mucho. Los libros satisfacen más bien "interiormente"; la satisfacción ha de notarse en la cara, pero en mi caso, pocas veces provoca sonrisas evidentes: muy pocas veces tiene poder de sonoridad. Este libro, sin embargo, es de lo más divertido. Si tuviera un hijo(a), le contaría una parte de la historia cada tarde.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario