lunes, 3 de octubre de 2011

Después de un día de provecho

Como bolitas de chocolate Kekua. Tengo un surtido de chocolate de mesa y chocolate en bolitas, en su variedad de azúcar, canela y almendras. Lo hacen a mano, en Michoacán; yo lo pongo por encima de los maravillosos chocolates oaxaqueños que conozco (El Mayordomo es mi preferido). Un verdadero placer: huele, sabe, se siente. Hasta se ve bien en mi alacena, en su botecito de palma (las bolitas) y su papel envuelto en celofán (el de mesa).

Su página de internet: http://www.chocolatekekua.com/ recibe al visitante con este dicho que no conocía: "El chocolate es tan santo que de rodillas se muele, juntas las manos se bate y viendo al cielo se bebe". Ni qué agregar: tengo un digno exponente del estímulo placentero que al paso que vamos, acabará siendo ilegal.

Silvia Parque

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