martes, 7 de noviembre de 2017

Mi hija me enseña a no gritar

Hoy tuve uno de esos momentos épicos con B.

Pidió la canción del monstruo, que es ESTA.

Fui a ponerla, pero ya que estaba aquí sentada -en la computadora-, aproveché para ver algo en Facebook.

Entonces, volteé y vi a la niña encima de la barrita de la cocina. Fui para allá. Todo nuestro coco estaba en el piso y  la superficie de la barra estaba rayada con marcador permanente. Me puse como ogra y le grité. Le dije unas cuatro veces que tiró el coco, tiró el coco, tiró el coco... rayó la mesa, rayó la mesa... Y estaba yo en mi berrinche cuando me pregunta con verdadero interés, con buen tono, educadamente: "¿por qué te enojaste?"

No sirve gritar a los niños. (Está claro que sirve para amenazar y lastimar, no sirve para educar).

Yo no lo hago, no porque no sirva, sino porque es violento y sé que está mal; pero con estas cosas me resulta evidente que no sirve para mis propósitos.

Un día me dijeron "a veces, hace falta gritarles". Claro que no. A ella no le "hace falta", ni le ayuda a aprender, ni nada bueno. Y no es que la mía sea especialmente dotada: a ninguna criatura le "hace falta".

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. me recordas que otros dicen que hay que pegarles de vez en cuando ja... asustarlos un poco si, tienen que respetarnos algo jaja.,... saludos...

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    1. Mi amiga repostera me dijo que los niños son como la masa del pan, a la que hay que pegar para que quede bien.
      Naah, ni un susto a propósito, que el respeto llega también desde la confianza y el recoocimiento ;)
      ¡Saludos, JLO!

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  2. Me qkedo muí claro qk ni los gritos ni los golpes funcionan lo único qk traen es desobediencia y actitud negaticva

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    1. Y si una es honesta con una misma, se siente bastante mal ;) Gracias a Dios hay un camino amoroso.

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