En la escuela era común que hubiera nombres repetidos entre las y los compañeros de grupo. Por lo que recuerdo, mi generación tuvo muchas Claudias e Ivettes (con variedad en la escritura), y parece que siempre ha habido numerosas Anas y Marías (sobre todo porque usualmente estos nombres van acompañados de otro).
He revisado los nombres que prefirieron las usuarias de
babycenter para sus hijas, y el de B está en la lista. Qué se le va a hacer. Es interesante ver cómo somos parte del todo, y nos movemos con los otros aunque no les estemos viendo.
Silvia Parque
Hay madres que por tratar de ser originales crucifican a sus hijas (o hijos) con unos nombres que más les valiera ser más vulgares.
ResponderEliminarBesos.
¡Eso sí!
EliminarBesos, Macondo :)