lunes, 11 de enero de 2016

Tocayas

En la escuela era común que hubiera nombres repetidos entre las y los compañeros de grupo. Por lo que recuerdo, mi generación tuvo muchas Claudias e Ivettes (con variedad en la escritura), y parece que siempre ha habido numerosas Anas y Marías (sobre todo porque usualmente estos nombres van acompañados de otro).

He revisado los nombres que prefirieron las usuarias de babycenter para sus hijas, y el de B está en la lista. Qué se le va a hacer. Es interesante ver cómo somos parte del todo, y nos movemos con los otros aunque no les estemos viendo.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Hay madres que por tratar de ser originales crucifican a sus hijas (o hijos) con unos nombres que más les valiera ser más vulgares.
    Besos.

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