viernes, 28 de noviembre de 2014

Honrar

Personas a mi alrededor desprecian la idea de honrar a otras personas. Lo comprendo bien porque yo también lo hacía. Hemos visto en lugares "de honor" a personas que se conducen mal, y hemos visto lo patético y el sinsentido de comportamientos serviles, todo lo cual se asocia al paquete de "honrar"; así que nos oponemos o al menos, nos distanciamos de eso.

El "honor" pertenece a un sistema de valores que distingue jerarquías, y la jerarquización molesta a muchas personas, por lo que implica de subordinación, y por lo arbitrario o amañado de muchas de estas distinciones de unos sobre otros. En la práctica, este sistema de valores ha llevado a una apreciación de ciertas "condiciones" por encima de la vida misma (de ahí la justificación del "crimen de honor").

Pero yo me fui encontrando poco a poco, con una experiencia grata en relación con "honrar". No es que sea buena para hacerlo; espero serlo en algún momento. Me refiero nada más a mi sentimiento: a una inclinación por dar honra a personas que se encuentran en una posición especial... de honor. Percibir "eso" es poder ver un tesoro, y en ese sentido es como recibir un regalo.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Entiendo que honras desde la perspectiva de que eres tú de manera personal quien las colocas en esa posición de honor según tu escala de valores ¿no?

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    1. No lo sé con completa claridad, pero creo que sí. Sé que yo, de manera personal, decido reconocerles en un lugar de honor, según mi "modo de estar en el mundo", que implica mi escala de valores. De ese modo de estar en el mundo, es parte una visión según la cual, Dios pone a unas personas en una posición en la que es "lo justo" que reciban honor. Así que no es que yo "decida quién", aunque yo soy quien libremente, reconoce o no, honra o no :)

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