jueves, 8 de mayo de 2014

El recuerdo de V

He cerrado el botecito con lunetas que recibí como recuerdo de V. Es bonito, como las cosas que le rodean, aunque nada es ni de lejos, bonito como ella. Por supuesto, no necesito algo para recordarla. Agradecí su puesta en el mundo desde que era un pedacito de vida arrullado en líquido; el día que por fin salió de su mamá para que todos pudiéramos verla, me robó un pedazo de corazón. Así lo sentí, aunque sea una frase hecha. Nunca había llorado de alegría.

Volé a conocerla en persona, pero no es que no la conociera; más bien, volé a presentarme. Quería decirle que soy su tía. Ya otras cosas se las había dicho Dios de mi parte, en su lenguaje, pero debía oír de mi voz que soy su tía Peque.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Felicidades. yo voy a ser tía también. Un beso.

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    1. ¡Gracias! ¡¡Y felicidades!! Qué bonito es :)
      Un beso, Susana.

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  2. Precioso. Y sí puede que sea una frase hecha pero hay veces en la vida que alguien literalmente te roba un pedacito de corazón.
    Felicidades Tia.
    Besazo

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