La mayoría le deseamos cosas buenas a cualquier niño o niña, y si es necesario, les protegemos. Incluso cuando se ve perjudicado alguien y se cree que eso es justo, si tiene hijos pequeños, la gente suele decir que "lo siente por los niños, que qué culpa tienen". El daño a los niños nos afrenta.
A los adolescentes, en general, parece que el mundo los quiere menos que a los niños y a los bebés. Sin embargo, creo que muchos coincidiremos en que deseamos sinceramente que los caminos de quienes apenas inician su camino, sean buenos.
Silvia Parque
Jeje, es que los adolescentes se hacen querer menos, pierden gracia y encanto, en realidad a veces provocan rechazo y ganas de estamparlos, va con la edad.
ResponderEliminarBesitos
Sí, pierden gracia y a veces provocan ganas de estamparlos :D pero luego una voltea a verlos de reojo y tienen esa expresión en la mirada, que no pueden no tener, de que no han vivido muchas cosas todavía, y ya se están metiendo en la vida como si estuvieran listos -y así tiene que ser-. Ahí es cuando a mí me da por desearles que decidan lo mejor posible, que los obstáculos sean los menos, que les vaya muy bien.
Eliminar¡Besitos, Inma!
Me acabas de enternecer, es cierto, esa mirada, esas ganas de comerse el mundo a bocaos mezclado con su inocencia tiene mucho peligro, pero por otra parte es maravilloso
EliminarTú la tienes ahí junto todos los días :)
EliminarPor eso, por eso...
EliminarTienes toda la razón, a los adolescentes ya los ves menos vulnerables que por ejemplo, a un bebé.
ResponderEliminarPero siempre es deseable que el cmaino sea agradable para todos.
Besazo
Sí, será una cuestión de la evolución, que nos provoca simpatía la personita vulnerable; pero cuando vemos bien a los adolescentes creo que se les ve lo vulnerable, y bueno... cuando nos vemos bien, vemos que en cualquier momento podemos estar en una situación vulnerable, también. Ojalá nos viéramos más, para tenernos mayor simpatía :)
Eliminar¡Beso, Dolega!