jueves, 27 de marzo de 2014

Frío en la espalda

Abro la ventana y entra el frío a la habitación. Dejo que el aire fresco me llegue a la espalda. Siento que me abraza. Son cinco minutos de riesgo con ese plus que tiene lo rico, cuando sabes que te estás portando mal.

La garganta empieza a sentirlo y me muevo. Estoy acatarrada, pero de cualquier forma he estado acatarrada muchas noches desde el gran creía-que-era-un-resfrío-2013. Ha valido la pena.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Pero sigues mala desde que nos contaste de tu recaída?? Ay Silvia, cuídate mucho!!. Un beso y feliz fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, Matt :) me alivié, pero el alivio me dejó un catarro nocturno recurrente; no le hago caso y se va yendo, confío en que terminará de irse cuando se instale más a sus anchas la primavera :D
      ¡Un beso!, y feliz fin de semana también para ti :)

      Eliminar
    2. Bueno, me quedo más tranquila entonces, sabiendo que esto es otra cosa. Pero cuídate, anda, déjate de riesgos por un tiempecito hasta que estés recuperada del todo (me salió la vena de madre, lo siento ;-))
      Un beso!

      Eliminar
    3. Tienes toda la razón :D pero no te disculpes ni un poco, que siento bien bonito que me digas que me cuide ;D
      ¡Besos!

      Eliminar