Hace no mucho, "dos décadas atrás" era algo lejanísimo, y lo que hubiera ocurrido entonces eran hechos de los que podía haber estudiado o de los que podía haber oído hablar, pero de los que en su momento yo no estuve consciente. Recuerdo que mi abuela planchaba cuando en la televisión, tiraban el muro de Berlín; recuerdo una imagen, pero era sobre todo, algo colorido en la televisión. En cambio, recuerdo perfectamente el momento de los primeros bombardeos sobre Afganistán en 2001 -mi abuela jugaba cartas, por cierto-; yo había seguido las transmisiones con pena, vi las luces en ese cielo que estaba siendo el terror de mucha gente, y elucubraba qué iba a pasar en el mundo. Ya no era algo en la televisión.
Un día se dice: "tantos años de X, pretendiendo Y, y lo que se ha obtenido es Z". Es importante, llegado a un punto, ver qué ha pasado con los propósitos y los actos. A nivel personal, esto puede ser la diferencia entre dejar que se vaya la vida, y dedicarnos a lo que nos da vida. Hace falta cierto valor. Un día vemos que hemos estado tratando de componer algo durante demasiado tiempo, haciendo planes durante demasiado tiempo, abonando a algo que no concluye, durante demasiado tiempo; incluso, puede pasar que hayamos pasdo mucho tiempo en algo bueno, y ni cuenta nos hayamos dado.
Silvia Parque
A mí también me parece que el tiempo pasa ahora más deprisa. Un beso.
ResponderEliminarEspero que la velocidad no siga aumentando :)
EliminarUn beso, Susana.
hola chicas por favor visiten mi blog www.sexualidadentremujeres.blogspot.com gracias
ResponderEliminarA mi me ha pasado igual, de pronto empecé a hablar de años en cifras que no podía creer, del tipo: " es amiga mía desde hace 30 años", "terminé la universidad hace 17 años"... cifras imposibles, pero que ahí están.
ResponderEliminarUn beso
¡Eso! Son "cifras imposibles, pero que ahí están". Hay una primera impresión de "¡increíble!".
EliminarUn beso, Matt :)