Si el niño consigue crecer sin miedo de sus manos, tocará millones de cosas y a decenas de personas. Es probable que un día, encuentre quien le tome la mano, diferente. Cuando ese otro suelte la mano que tomó, puede ser que acaricie, que se vaya, que lastime. ¿Y qué van a hacer las manos, libres y desnudas, en cada caso?
Silvia Parque
Que hermoso!!
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarExcelente artículo, sigue así me gusta mucho este blog felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias. Bienvenido.
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