Esta mañana, el teléfono celular de mi pertenencia, envió quince mensajes de texto a los números "1" y "11". El contenido de los mensajes era una variación de mi último enviado a un número telefónico normal. La variación consistía en signos extraños. Se me antojó que la pantallita era una puerta a otra dimensión, que se quedó abierta.
Silvia Parque
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