No soy Sylvia Plath, en primer lugar, porque soy otra Silvia; pero aunque esa debería ser la primera razón, en realidad solamente lo menciono porque es la razón lógica. La verdad es que, aunque nadie nunca me haya confundido con la poeta norteamericana, hubo un momento en que fue importante para mí decirme que ni estoy casada con Ted Hughes, ni iba matarme. Hoy lo tengo bastante asumido como para necesitar repetírmelo, pero por si las dudas, lo veo todos los días en el título del blog.
Quién sabe... tal vez un día sea más grande el letrero que dice quién sí soy, que el que dice qué no soy.
Silvia Parque
ojalá ese letrero grande que diga "quíén sí soy" no se termine nunca de escribir...
ResponderEliminarbesos!
Dios mediante.
EliminarBesos, Mónica :)
Pues me alegra que nos lo hayas aclarado. Y quiero dejar claro que yo tampoco soy Sylvia Plath. xD
ResponderEliminar:D :D vamos a hacer un club ;D ;D
Eliminarjaja, muy bueno lo de Cristina. Yo tampoco soy Silvia Plath, y tengo mucho más claro lo que no soy que lo que soy.
ResponderEliminarBesos
¡Una más! O una Plath menos... Finalmente lo que una es se va construyendo y hay muchas cosas que caben; pero en la edad adulta hay una hora de decir lo que una no está dispuesta a ser.
EliminarBesos, Inmagina :)