martes, 2 de abril de 2013

La despensa y el refri

Llenar la despensa y el refrigerador es una fiesta. Provoca una sensación de bienestar, en relación con la seguridad y la abundancia. Llenarlos con cosas ricas es un lujo. El proceso de guardar las cosas en su lugar es parte del festejo. Doy gracias por cada lata, por cada sobre, por cada bote, por cada caja, por cada producto a granel...

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Jeje, me pasa lo mismo, pero pensaba que era rarita. Como disfruto! Me encanta! Y como haya comprado productos nuevos tengo que probarlos enseguida

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    1. ¡Bueno, Inmagina! Realmente coincidir conmigo no debe quitarte la impresión de que seas rarita, ¡yo soy rarita! ;D
      ¿Verdad que es la gran cosa? A mí me encanta, cuando tengo tiempo hasta los pongo todos fuera de sus bolsas, para contemplarlos, y sí fui sin mi marido al mandado, se los muestro haciéndole la presentación de cada cosa. Luego me gusta acomodarlos bonito y verlos dentro del refri o en la alacena. ¡Y sí! aunque no me da por probar los productos nuevos que haya comprado, sí estoy pensando desde que llego, qué día los usaré, con qué cosa :D

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  2. A mí me gusta que esté lleno, pero no el acto de llenarlo. Un beso.

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