domingo, 3 de febrero de 2013

La boda

Llevo casada diez años, un mes y unos días. Ya había mencionado AQUÍAQUÍ, y sobre todo ACÁ, algo sobre mi boda. Me encanta acordarme y contarlo. Como Inmagina ha compartido cómo estuvo SU BODA, le sigo los pasos...

Había conseguido que el hombre me cumpliera el capricho de "ser novios", cuando por fin dejó a la novia que tenía mientras éramos algo. Me empeñé en casarnos, y él no decía "no" pero dejaba en claro que no era "sí". Hasta que encontré el momento y la posición oportunos. El anillo de mis sueños fue cuestión de repetir "quiero un anillo - quiero un anillo - quiero un anillo" hasta que se cansó de escucharlo. Como no quise una boda civil, hubo que convencerlo de que sí nos casábamos en serio.

Cuando comuniqué la decisión, mi mamá me compró una olla. Originalmente nos casaríamos en verano, pero lo pospuse hasta el invierno para acabar la escuela. Él se veía precioso, en traje verde. Mi vestido era seda cruda, y mis zapatos, los más caros que he calzado en la vida.

No quise una fiesta, pero sí quería el rito; mediante el rito asimilamos que asumimos una condición distinta, y comunicamos de esta condición distinta a los demás. Me interesaba dejar claro el mensaje de que ahora él y yo éramos una familia. Algo ñoñamente, quería que mis hermanas vieran que yo estaba uniendo mi vida a ese hombre con el que me estaba yendo.

Pensé en juntar a los allegados en la casa, pero no era práctico, así que fue en el saloncito para reuniones de un restaurante. Nada más los contados que quería tener junto a mí. Ni toda la familia, ni todos los amigos; más bien, muy pocos. Y tengo un carácter suficientemente difícil como para que alguien sugiriera algún cambio a lo que a me diera la gana. Hablo de mí porque él estaba nerviosísimo pensando en qué haría conmigo el resto de la vida, como para discutir nada del "acontecimiento".

Llegué una hora tarde, luego de que la tía que me trenzó el cabello consiguiera sujetar mi velito. Llevé un ramo de orquídeas blancas. ESTA fue mi marcha nupcial. Se cantó ESTO y ESTO. Un primo leyó una parte de "Los cuentos que yo cuento", y el amigo indicado, el final de "Lolita"; la tercera lectura preparada no la recuerdo, pero una amiga nos leyó un poemita sacado de la serie de televisión que veíamos en la secundaria. Nos pusimos los anillos. Quienes oramos, rezamos el "padre nuestro". Quebramos una copa. Nos besamos -ni relajada, ni románticamente-.

Estuve de pésimo humor porque un par de detalles no fueron como había querido... un par de detalles, más la abertura que no se le hizo al vestido, lo cual no es precisamente "un detalle"... Pero pasó todo. Al final, camino a mi camioneta, mi tía la heroína del velo me dijo que recordara que en cualquier momento "podía regresarme". Sin embargo, al día siguiente -o a los dos días, no lo recuerdo-, mi mamá, por fortuna, me envió a mi casa, a portarme bien, cuando le dije que ya no quería jugar.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. jajaja, el final maravilloso, ya no querías jugar jaja.

    Yo saco una conclusión preocupante ¿Alguna ha cumplido el sueño de que como en las películas se arrodillen a sus pies y la pidan en matrimonio? Porque estoy viendo que aquí la mayoría se casó porque nosotras lo pedimos, tanto cuento de hadas para esto...

    Yo también con el anillo tuve que insinuar varias veces que me gustaban esos detalles, estos hombres...

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    1. A mi hermana, la número dos (tengo tres), acaban de "pedirla" y hay foto con el novio arrodillado. Yo la verdad no soñé con la escena peliculesca, en esos tiempos no era nadita romántica; quería algo y lo tomaba; si no quedaba más remedio, como en este caso, lo pedía... luego sí me quedó la duda por varios años, de si habríamos acabado hechos familia nada más porque yo quería...
      Lo del anillo no lo insinué. Lo solicité clara y descriptivamente. Lo dibujé. Fue difícil de encontrar pero lo logró :)

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    2. Ya, ya, a mi me pasó igual, fue más adelante cuando me entró el romanticismo, yo voy al revés, para atrás como los cangrejos.

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    3. Y claro, con romanticismo tardío, a mí el pobre me respingó por cambiar la jugada :D

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  2. Veo que tenías claro lo que querías, por lo menos hasta dos días más tarde. :) Un beso.

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    1. ¡Sí! Primero "voy derecho y no me quito", y luego: "mejor me regreso" :) Había vivido siempre cómoda y de pronto tenía frío... recuerdo el frío porque había gas, pero yo no sabía prender el calentón :D
      Un beso, Susana

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