domingo, 10 de junio de 2012

"No son aventuras de ínsulas sino de encrucijadas"

Ayer encontré este intercambio de Don Quijote y Sancho Panza, semejante a algunos diálogos matrimoniales sobre el sustento y el porvenir.
Viendo pues ya acabada la pendencia, y que su amo volvía a subir sobre Rocinante, llegó a tenerle el estribo, y antes que subiese se hincó de rodillas delante dél y, asiéndole de la mano, se la besó y le dijo: "Sea vuestra merced servido, señor Don Quijote mío, de darme el gobierno de la ínsula que en esta rigurosa pendencia se ha ganado, qué, por grande que sea, yo me siento con fuerzas de saberla gobernar tal y tan bien como otro que haya gobernado ínsulas en el mundo." A lo cual respondió Don Quijote: "Advertid, hermano Sancho, que esta aventura, y las a ésta semejantes, no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza o una oreja menos. Tened paciencia, que aventuras se ofrecerán donde no solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante."
De las páginas 72-73, capítulo X "De los graciosos razonamientos que pasaron entre Don Quijote y Sancho Panza su escudero". En: El ingenioso Hidalgo Don Quijote De la Mancha, obra escrita, como todos sabemos, por Miguel de Cervantes Saavedra. Tomo primero. Grolier International, editorial Cumbre, México, D.F.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario