lunes, 2 de abril de 2012

Esperar tantito

La gran señal de que el niño pequeño ha entrado en las filas del grupo de los civilizados es que decida posponer una gratificación o abstenerse de ella.

De niña, cuando tuve varicela y escarlatina, bastó con que me dijeran que si me rascaba podía quedarme una marca en la piel. También aprendí pronto a ahorrar: así podía comprar una cosa grande después, a cambio de las pequeñas cosas que no compraba ahora. Más o menos a los treinta años, algo se atrofió en el mecanismo.

Silvia Parque

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