Una y otra vez me sorprende cómo me gusta lo que pospongo, o más bien, me asombra el hecho de posponer lo que tanto me gusta. Pospongo algunas tareas a las que les encuentro el gusto, pero que no son lo mío-mío; pospongo actividades que me gustaría probar o volver a hacer; eso no me sorprende: me sorprende que pospongo las cosas que más disfruto en la vida: como si el teimpo no fuera limitado...
Silvia Parque
No hay comentarios:
Publicar un comentario