lunes, 10 de octubre de 2011

Con razón Sor Juana pensaba en la cocina

Hay veces que hay que poner las cosas en manos de Dios, y ocuparnos de lo que es posible ocuparnos. Es muy tentador abrir el horno para ver cómo va el pastel, pero esto hace que se salga el calor, y si la ansiedad crece y la puerta del horno se escapa y cae de golpe, el pastel va a "bajarse". Igual puede saber bien. Pero seguro que de todas formas no se horneó más rápido -probablemente, al contrario-.

Hay veces que no se trata de un pastel sino, por ejemplo, de una pierna de cerdo; en este caso hay que sacarla para darle la vuelta, sacarla otra vez para agregarle esto y aquéllo, y luego hay que estar cuidando que se dore una parte, que conserve el jugo, etc. La sensatez ha de ser poder reconocer entre un pastel y una pierna de cerdo. A veces una nada más sabe que tiene hambre.

Me haré un té.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario