viernes, 21 de octubre de 2011

Buen multiclima

Es uno de esos días en los que alguien con mi termostato puede tener frío, y unos metros más adelante, bajo el sol, sentir calor. Loco. Pero adoro el clima queretano. Vengo de una región de climas extremos donde el frío duele en los huesos y el calor es capaz de tumbar hasta tomando Coca-Cola. Fue un frío bello en una niñez con calentón, cobijas, té de canela, y -ya cerca de navidad- el horno ocupado en hacer bizcochos. Ya con los años, la cosa cambia...

Mi abuela no pudo adaptarse al "entretiempo" en San Luis Potosí. Decía que no podía guardar nunca las cobijas o la ropa de invierno, y le molestaba tener que usar suéteres encima de mangas cortas. O frío o calor, quería ella, como en nuestro norte. Un norte más bien de su tiempo, porque para cuando salí de ahí, el famoso cambio climático, también nos daba días medio veraniegos al final del otoño. Como haya sido, me gusta recordar los fríos-fríos, y los calores-calores; desde aquí.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario